17 Sep “La sintonía con el equipo es fundamental: son los que harán crecer tu empresa”
Jordi Martorell ha trabajado durante más de 10 años en biología vascular en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y el Institut Quimíc de Sarrià (IQS) .
A finales del año pasado Aortyx conseguía la mayor ronda de financiación del sector (650K) sin Venture Capitals ni plataformas de crowdfunding. Esta start-up del Institut Químic de Sarrià (IQS) y el Hospital Clínic de Barcelona aspira a proporcionar una nueva generación de dispositivos endovasculares para tratar enfermedades vasculares. Su fundador, Jordi Martorell, es el director y profesor de Ingeniería Vascular y Medicina Aplicada en la Escuela de Ingeniería del IQS.
Este 2020 habéis conseguido un Retos, un Caixaimpulse y sois semifinalistas de Catapult de EIT Health. ¿Cómo valoras estos logros?
Hay que puntualizar que CaixaImpulse se ha solicitado y conseguido como grupo de investigación de Institut Químic de Sarrià (IQS), y Retos también se ha logrado en colaboración con el IQS. Hemos conseguido unas ratios elevadísimas de éxito en convocatorias competitivas, públicas o privadas. Esto quiere decir que no somos los únicos que creemos en nuestro proyecto, sino que expertos en Catalunya, España y Europa creen en la solidez de nuestra ciencia y la viabilidad de nuestro plan de negocio. Esto da reputación al equipo y al proyecto, y ayuda a que futuros inversores confíen en nuestra propuesta.
¿Cuál es el valor añadido de vuestro dispositivo respecto a las opciones existentes en el mercado para tratar las disecciones aórticas?
La disección aórtica es una afección potencialmente mortal en la que se extiende un desgarro intima-media a lo largo de la aorta. Los tratamientos actuales son sub-óptimos, ya que, o bien son muy invasivos o presentan muchos efectos secundarios.
A nivel tecnológico, la aproximación planteada por Aortyx constituye un cambio de paradigma en el tratamiento, pasando de la reparación temporal a la regeneración definitiva. Esta solución disruptiva tiene un enorme potencial teniendo en cuenta que sería capaz de superar los tratamientos “gold standard”, reduciendo la mortalidad y las ratios de reintervención de dichos tratamientos.
¿Cómo actúa vuestra solución en el cuerpo humano?
La solución de Aortyx se basa en un parche adhesivo, hecho de un material bio-reabsorbible que imita las propiedades mecánicas de la arteria y promueve su regeneración.
El parche se administra en el vaso enfermo utilizando un catéter endovascular mínimamente invasivo que navega hasta la disección y deposita el parche sobre ella. A nivel de IP, se redactó y presentó una solicitud de patente para el parche. Además, la previsión es iniciar los trámites de obtención de la patente para el sistema de delivery y despliegue una vez finalizado el desarrollo de prototipo (2020 en el marco del NEOTEC).
Gracias a los buenos resultados obtenidos en modelos animales tenéis previsto solicitar a la FDA la aprobación de vuestro dispositivo. ¿Qué puede representar esta aprobación para la compañía?
La aprobación por parte de la FDA y de otras agencias regulatorias (Europa, Japón, China) es el objetivo principal de la compañía en la actualidad. Lograr dicha aprobación es la puerta de entrada al mercado y, por lo tanto, la mejor forma de valorizar Aortyx. Hemos puesto todas nuestras energías en esa dirección.
¿Cuáles son los próximos pasos a seguir?
Primero debemos completar la pre-clínica regulatoria; estamos realizando un montón de ensayos de laboratorio y en animales que demuestren que nuestro dispositivo es seguro, viable y que hace lo que decimos que hace. Una vez superada esta fase, empezaremos ensayos en humanos. La primera fase se realiza con una pequeña selección de pacientes; la haremos seguramente en España, liderada por el Dr. Vicenç Riambau. Si tenemos éxito, saltaremos a la siguiente fase, en la que haremos un ensayo multi-céntrico internacional.
La nanotecnología y los nuevos materiales están revolucionando muchos ámbitos, entre ellos la medicina. ¿Crees que veremos muchas innovaciones en salud?
La respuesta fácil sería “sí”, pero la realidad no es tan sencilla. La ciencia ha avanzado muchísimo en los últimos 20 años, especialmente en los ámbitos nano-bio-med. Sin embargo, al intentar llevar productos innovadores al mercado nos encontramos con muchas barreras. La principal limitación es que las agencias regulatorias son extremadamente reticentes a la entrada de estas nuevas tecnologías. Tienen miedos y son extremadamente exigentes con las pruebas antes de autorizar la comercialización de los productos. Esto implica elevadísimas inversiones y asusta a los inversores. Sin embargo, al llegar al mercado, los márgenes aplicados sobre estos dispositivos son muy altos y los beneficios económicos para los inversores compensan ampliamente la inversión realizada.
La otra barrera es que el mercado, en general, está dominado por un puñado de compañías gigantes que intentan que sus productos, muchas veces anticuados (los llamados cash cows), sobrevivan en el mercado para extender sus beneficios. Estas compañías son las que tienen que acabar adquiriendo las licencias de estas innovaciones y, al tener posiciones dominantes en el mercado, no siempre tienen los incentivos para incorporarlas a sus portafolios.
¿Cómo se superarán estas barreras?
Tenemos confianza en que todo esto va a cambiar. Estamos viendo un incremento de autorizaciones de productos novedosos en Estados Unidos y un incremento de actividad de licencias y adquisiciones, una mayor competencia… Las vacunas que se están desarrollando para la Covid-19 son un ejemplo de que tanto la actividad regulatoria como la de M&A se pueden y se deben acelerar. Confiamos en que esta filosofía se implemente en otros ámbitos, especialmente en cardiovascular y dispositivo médicos.
.
“Hay que ser capaz de celebrar cada pequeño logro»
¿Cuáles son los principales desafíos que te has encontrado desde que iniciaste tu aventura como emprendedor?
Tengo la suerte y la energía de seguir siendo investigador y emprendedor a la vez. Dirijo mi propio grupo de investigación en el IQS y desde él hemos generado las patentes que Aortyx explotará. Empecé investigando hace 12 años con el objetivo de poder explotar aquello que descubriera. Fundar Aortyx ha sido la consecuencia lógica de investigar.
El desafío más habitual es lograr dinero para financiar tu proyecto y eso tiene que ver con generar confianza en gente ajena a tu proyecto. Sin embargo, los desafíos más grandes vienen de la gestión de las personas. Tu equipo tiene que funcionar como un reloj si quieres que el proyecto avance. Es fácil que el equipo de fundadores se lleve bien, lo difícil es cuando empiezas a crear estructura y a añadir personas que son ajenas a la génesis de tu proyecto. La sintonía con el equipo es fundamental: son los harán crecer tu empresa.
¿Y las principales satisfacciones?
Hay que ser capaz de celebrar cada pequeño logro: ese experimento que ha ido bien, esa beca que has logrado, ese inversor que confía en ti… Tiene que hacerte feliz lo que haces, si no, no vale la pena dedicarte a emprender. Ser emprendedor después de muchos años investigando te enseña que los grandes logros pueden tardar años en llegar. No puedes pensar sólo en tu camino hasta el gran momento final como una travesía de sufrimiento, porque es insostenible psicológicamente e improductivo.
.