Artículo de Natalia de la Figuera-Cofundadora y COO de GENESIS Biomed

• Las enfermedades mentales afectan, según datos de la OMS del 2019, a 970 millones.

• La búsqueda de soluciones para estas enfermedades pasa por la innovación y por la promoción de cambios sociales.

• La innovación ha permitido grandes avances como los recientes medicamentos para el Alzheimer, el empleo de dispositivos que estimulan la función cerebral para el tratamiento de algunas patologías o la Realidad Virtual para el estrés postraumático, entre otros.

La salud mental engloba el estado de equilibrio y bienestar de nuestro ser emocional, psicológico y social. Moldea nuestra percepción, emociones y conducta en la confrontación de los desafíos de la vida. Además, ejerce una influencia significativa en nuestra capacidad para gestionar el estrés, nuestras interacciones con otros individuos y las decisiones que tomamos. A lo largo de la vida, la salud mental es un recurso invaluable que nos permite afrontar las complejidades emocionales y psicológicas, disfrutar de una calidad de vida plena y contribuir de manera positiva a la sociedad en su conjunto.

Las enfermedades mentales se producen cuando se rompe ese estado de equilibrio afectando al pensamiento, el estado de ánimo y el comportamiento de una persona. Estas condiciones pueden variar desde la depresión y la ansiedad, que constituyen las más prevalentes, hasta trastornos más graves, como la esquizofrenia. La prevalencia de las enfermedades mentales es muy elevada, según datos de la OMS, 970 millones de personas en el 2019, a nivel mundial, están afectadas por algún trastorno. Estas cifras adquirieron récords en 2020, como consecuencia de la irrupción del Covid, con aumentos de hasta un 26% en desórdenes como la ansiedad y un 28% en la depresión. Aunque mayo de 2023 marcó el fin de la pandemia, la realidad es que sus consecuencias todavía perduran hasta la fecha, lo que unido a cambios en el modelo de sociedad moderna conducen a cifras muy preocupantes en este tipo de enfermedades.

La búsqueda de soluciones para mitigar/atajar este aumento tan preocupante pasa por dos aproximaciones.

• La aproximación social: en la que los actores políticos y sociales deberían promover cambios (reducir el uso de dispositivos electrónicos, percepción de un futuro esperanzador, encaje de los nuevos modelos de familia en las relaciones afectivas, etc) que permitan corregir determinadas tendencias que nos han llevado a la situación actual, especialmente en trastornos como la ansiedad y la depresión.
• La Innovación: como manera de trasladar la I+D a soluciones que puedan resolver las enfermedades mentales.

En este artículo nos referiremos a esta última, la innovación, y nos referiremos a los grandes campos en torno a los cuales se están desarrollando las soluciones:

• Medicamentos: La comprensión del cerebro, de los circuitos neuronales, los biomarcadores y la señalización hormonal, han contribuido al buen momento en la investigación y desarrollo de medicamentos para tratar las enfermedades mentales. Mención especial tienen la aparición de medicamentos para la enfermedad de Alzheimer, basados en anticuerpos que buscan la inhibición de proteínas precursoras del beta-amiloide (Donanemab, Aducanumab, lecanemab), que aunque no paran la enfermedad si la ralentizan de manera significativa. Por otro lado, los avances en el diagnóstico por la imagen y de técnicas como la electroencefalografía han impulsado también el desarrollo de nuevos medicamentos. Los avances en genética también están facilitando la aplicación de una medicina personalizada que está permitiendo optimizar los planes de tratamiento.
• Dispositivos médicos basados en el diagnóstico por la imagen: La neuroimagen ha revolucionado nuestra comprensión de la función cerebral y se ha convertido en una herramienta esencial para los investigadores que estudian los trastornos neurológicos. La integración de múltiples modalidades, como fMRI (Functional magnetic resonance imaging), EEG (Electroencephalogram), DTI (Diffusion tensor imaging) y PET (Positron emission tomography), ha mejorado nuestra comprensión de los trastornos cerebrales al combinar información espacial, temporal y molecular. Este conocimiento ha permitido también el desarrollo de nuevos tratamientos basados en dispositivos médicos. Entre estos dispositivos se puede destacar la TES (estimulación eléctrica transcraneal) que hace pasar corrientes eléctricas débiles a través del cerebro utilizando dos o más electrodos en el cuero cabelludo para alterar la función cerebral y que se emplea en afecciones que van desde enfermedades psiquiátricas hasta dolor neuropático crónico. Otro como el DTI (Diffusion tensor imaging) que detecta las fibras de materia blanca que conectan diferentes partes del cerebro ayudando a mapear áreas específicas del cerebro, por ejemplo antes de la cirugía. E Innovaciones como el neurofeedback que utilizan datos de actividad cerebral en tiempo real para ayudar a las personas a regular sus emociones y mejorar la concentración.
• Plataformas Digitales de Salud Mental: El auge de las aplicaciones móviles ha llevado al desarrollo de diversas aplicaciones de salud mental. Estas aplicaciones ofrecen funciones como seguimiento del estado de ánimo, ejercicios de meditación, terapia cognitivo-conductual (TCC) y apoyo en crisis. Proporcionan recursos accesibles y personalizados de salud mental a los usuarios. También dentro de estas se encuentran las plataformas de telemedicina que permiten a las personas conectarse con profesionales de la salud mental de forma remota mejorando el acceso a los servicios de salud mental. Otras plataformas, en cambio, van encaminadas a la creación de redes de apoyo que permiten conectarse a personas que enfrentan desafíos similares en salud mental. Estas últimas fomentan la empatía, reducen el estigma y brindan un sentido de pertenencia.
• Desarrollos de innovación de Salud Mental en torno a Nuevas tecnologías IT Entre ellas podemos destacar:

• Inteligencia Artificial (IA): El uso de algoritmos de IA permite analizar datos para predecir resultados de salud mental y personalizar planes de tratamiento. Cuando estos datos son procesados a través de algún algoritmo para ayudar al profesional sanitario en la toma de decisiones con fines diagnósticos o terapéuticos, la Plataforma se convierte en un Clinical Decision Support System (CDSS). Como ya se ha comentado en numerosas ocasiones la IA muestra un gran potencial en este campo, pero siempre resulta importante que las decisiones sean corroboradas por los profesionales sanitarios.
• Terapia de Realidad Virtual (RV): : La tecnología de RV crea entornos inmersivos para la terapia de exposición, la relajación, de concentración y la reducción del estrés. Se utiliza para tratar fobias, trastorno de estrés postraumático (TEPT), trastornos de ansiedad, trastornos del espectro autista, etc. Por ejemplo la terapia de realidad virtual tiene una tasa de éxito de entre el 66% y el 90% para personas con trastorno de estrés postraumático cuando se usa para mejorar la terapia cognitivo-conductual (TCC), según una investigación de 2022 en JMIR Serious Games.

Los ejemplos que se han recogido en esta nota de prensa son solo una muestra de lo que queda por llegar. El conocimiento del cerebro humano y los desórdenes que le aquejan sigue siendo un gran reto a alcanzar en que solo la investigación nos permitirá avanzar para mejorar la calidad de vida de muchas personas.