26 Sep Necesidad de Caja y Valoración: dos elementos claves para el éxito de una Ronda de Inversión
Artículo de Natalia de la Figuera – Cofundadora y COO de GENESIS Biomed
• Antes de llevar a cabo cualquier ronda de inversión resulta imprescindible en primer lugar cuantificar la necesidad de caja de la start-up/spin-off
• Una vez identificada la necesidad de caja uno de los aspectos más críticos de este proceso es establecer la valoración de la compañía antes de la ronda de financiación.
La creación de una start-up o spin-off es un proceso arduo y complicado. Pero si la constitución es ya en sí un logro importante, lo es aún más sobrevivir para conseguir que el desarrollo del producto alcance el grado de maduración necesaria para que aparezcan escenarios de salida. Estos escenarios de salida, entendidos como aquellos en los que se comienza a recuperar toda la inversión realizada, suelen ser normalmente la adquisición de la spin-off por una empresa o bien la llegada al mercado del producto. Pero hasta alcanzar ese escenario de salida la spin-off o la start-up necesitará de rondas sucesivas de inversión procedentes de Business Angels, Family Offices o Venture Capital y de apalancamiento con fondos públicos para poder obtener la entrada de capital necesaria para hacer frente a todos los costes e inversiones de la empresa (gastos de personal, inversiones en tangibles, intangibles, etc) y permitir así avanzar en el desarrollo del producto. Para llevar a cabo una Ronda de Inversión existen dos elementos clave a determinar:
1. La necesidad de Caja para determinar el valor de la Ronda de Inversión
Antes de llevar a cabo cualquiera de esas rondas de inversión resulta imprescindible en primer lugar cuantificar la necesidad de caja de la start-up/spin-off en el rango de tiempo que considere necesario, para ir alcanzando los hitos que le permita llegar hasta ese escenario de adquisición o salida al mercado. Pongamos como ejemplo que una spin-off/start-up desarrolla un producto sanitario, y la empresa cuantifica que necesita 4 años con una necesidad de caja 10 M€ para conseguirlo. Posiblemente la empresa decida conseguir ese capital a través de dos rondas de inversión (incluyendo fondos públicos): una primera ronda semilla que le permita obtener un prototipo del producto sanitario durante el primer año por un valor de 1-2 M€ y una segunda ronda (serie A) de 8-9M€ que le permita en el tiempo sucesivo llevar a cabo la validación clínica y el marcado CE. Siguiendo con este ejemplo, posiblemente la empresa se encuentre con la necesidad de cerrar una ronda posterior para dotarse de recursos que puedan impulsar la obtención de la FDA clearance y de actividad comercial para conseguir tracción de mercado y ser más atractiva para las potenciales empresas compradoras.
2. La Valoración
Una vez identificada la necesidad de caja uno de los aspectos más críticos de este proceso es establecer la valoración de la compañía antes de la ronda de financiación. Este valor determina la relación entre los fundadores y los inversores, así como las perspectivas a largo plazo de la empresa. Entender la importancia de una correcta valoración y sus implicaciones es vital para cualquier emprendedor.
Para hacer una estimación del valor de una empresa antes de recibir nueva inversión externa (valoración pre-money) hay que considerar una serie de factores, como las proyecciones de crecimiento, la cuota de mercado, la tecnología, su estrategia de protección de la IP, el equipo de gestión, entre otros. Una vez que se determina este valor, se inicia el proceso de negociación en el que se cerrará una valoración final que determinará el porcentaje de equity a asignar a los nuevos inversores, diluyéndose en consonancia los socios existentes.
Por ejemplo, si una empresa tiene una valoración previa de 8 millones de euros pre-money y considerando que en el estudio de la necesidad de caja se ha visto la necesidad de inyectar 2 millones de euros, la nueva valoración (post-money valuation) será de 10 millones de euros y los inversores poseerán aproximadamente el 20% de la empresa.
La valoración de una compañía establece, por tanto, una base para las expectativas de ambas partes: emprendedores e inversores. Una valoración demasiado alta puede generar expectativas no realistas sobre el crecimiento de la empresa y dificultar las rondas de financiación sucesivas; mientras que una valoración demasiado baja puede diluir en exceso la participación de los fundadores y socios existentes, lo que podría desincentivar su compromiso. Es esencial encontrar un equilibrio que asegure que los fundadores mantengan suficiente participación para seguir motivados, al tiempo que se ofrece a los inversores un retorno atractivo. Por lo tanto, establecer una valoración adecuada antes de una ronda de financiación es crucial para el éxito a largo plazo de una empresa.
Existen varios métodos para determinar la valoración de una empresa antes de la financiación. Los más habituales son:
- El Método de Valoración por Comparables : Este método implica comparar la empresa con otras similares que han sido recientemente valoradas o adquiridas en el mercado. Es una aproximación útil, pero puede no reflejar las particularidades de la empresa en cuestión
- Método del Descuento de Flujos de caja: Este enfoque se basa en proyectar los flujos de caja libres futuros de la empresa y descontarlos a un valor presente utilizando una tasa de descuento. En caso de no disponer de los flujos de caja se puede hacer una aproximación empleando en su lugar los Ingresos Netos Totales calculados a partir de la previsión de ventas en el periodo objeto de Estudio, y aplicando el Margen Operacional.
- Método del Venture Capital: Este método se basa en calcular la valoración pre-money de la start-up partiendo del valor terminal de venta de la empresa y de la rentabilidad esperada durante un período de tiempo horizonte que puede ser entre 5-8 años, en función de la duración del ciclo de vida de la compañía.
Por lo tanto, la necesidad de caja y la valoración son los dos elementos que permitirán dimensionar el alcance de la Ronda o sucesivas Rondas que la empresa necesita para alcanzar el escenario de salida. Los emprendedores deben abordar este proceso con una mezcla de realismo y ambición. Solo así se pueden alinear los intereses de todas las partes involucradas y establecer una base sólida para el crecimiento y alcance de la meta prevista.