Rafael Navajo – Director del Área de Innovación y Desarrollo de Negocio en el VHIR (Vall d’Hebron Research Institute)

Rafael Navajo – Director del Área de Innovación y Desarrollo de Negocio en el VHIR (Vall d'Hebron Research Institute)

Rafael Navajo: “La participación del VHIR en la estructura de las empresas derivadas de su actividad de investigación, desarrollo e innovación constituye un elemento esencial para garantizar la sostenibilidad e impacto de la innovación y transferencia de tecnología.”

Rafael Navajo, Licenciado en Ciencias de Computación e Ingeniera del Software, con un posgrado en desarrollo directivo por ESADE, tiene más de 25 años de experiencia profesional en el ámbito de la innovación tecnológica, especialmente aplicada al sector de la salud. Su carrera se ha orientado a liderar la transformación digital y la gestión estratégica de productos y soluciones innovadoras en el campo de la salud, ocupando posiciones directivas en diversas compañías multinacionales del sector. Actualmente, es Director de Innovación y Desarrollo de Negocio en el Instituto de Investigación Vall d’Hebron (VHIR), donde dirige la estrategia de innovación, transferencia de conocimiento, negocio y colaboración público-privada, conectando ciencia, tecnología y mercado para generar impacto real en la sociedad y en la vida de los pacientes.

Desde su entrada como Director de Desarrollo de Negocio e Innovación del VHIR, ¿cuáles diría que han sido los hitos más relevantes que ha liderado o impulsado?

En línea con los objetivos estratégicos de la dirección se han puesto en marcha una serie de iniciativas con el objetivo de transformar la dirección y consolidar al instituto como referente en innovación y la transferencia en salud.

Uno de estos objetivos es reforzar la colaboración público-privada, estableciendo puentes con startups, pymes y grandes compañías biotecnológicas. En ese sentido, se ha creado una nueva unidad de desarrollo de negocio, integrada por profesionales con experiencia en la industria. Esta unidad tiene como misión no solo actuar como catalizador para transferir los activos generados en el VHIR al mercado apoyándose en la excelencia investigadora del instituto y en la capacidad de la industria para llevar soluciones innovadoras a los pacientes, sino también desarrollar nuevas soluciones en estrecha colaboración con el tejido empresarial.

Por otro lado, dado el alto volumen de actividad, era necesario realizar una serie de cambios en la manera de gestionar los activos de portafolio de innovación, con el objetivo de priorizar y acompañar de manera proactiva a los proyectos de alto potencial de una manera más estructurada, para ello, se diseñó un nuevo proceso de innovación. La experiencia demuestra que el éxito de la transferencia tecnológica depende no solo de la calidad científica del activo, sino también de muchos aspectos clave como  la estrategia de protección de los activos, el análisis de mercado, el modelo de negocio, la gestión de barreras regulatorias, la financiación y la capacidad del equipo; áreas en las que no es habitual que los investigadores cuenten con la formación necesaria, y es aquí donde la unidad de innovación del VHIR desempeña un papel fundamental: ofrecer acompañamiento especializado y actuar como puente entre ciencia, empresa y reguladores. Para responder al reto de un ecosistema dinámico y con un alto volumen de proyectos, se diseñó un proceso “lean” de innovación. Este enfoque permite evaluar de forma integral todas las dimensiones críticas de un proyecto, asegurando así que los proyectos con mayor potencial reciban el soporte necesario para maximizar su impacto.

En esta línea, una vez puesto en marcha el nuevo proceso de innovación, este año ha sido clave la obtención de la certificación ISO 56001:2024 en Gestión de la Innovación, que convierte al VHIR en el primer centro de investigación de Cataluña y España, y uno de los primeros del mundo, en alcanzar esta certificación. Este reconocimiento refuerza nuestra credibilidad ante socios e inversores, mejora la asignación de recursos, impulsa una gestión de riesgos más eficiente y consolida una cultura de mejora continua y de innovación sostenible.

Por último, pero no menos importante, hemos puesto en marcha diversos programas para fomentar la cultura innovadora. Entre ellos, el programa Raising Innovators, que ofrece formación interna en innovación y emprendimiento para investigadores del VHIR, y el nuevo Máster en Innovación y Emprendimiento en Salud (UAB-VHIR), que comenzará en 2025-2026. Este máster, diseñado en un entorno único como el Campus Vall d’Hebron, permitirá a los estudiantes adquirir competencias en innovación aplicadas a proyectos reales de salud.

En conjunto, todos estos hitos refuerzan el compromiso del VHIR con la excelencia, la innovación y la transferencia para generar un impacto real en pacientes y en la sociedad.

¿Cómo ha contribuido el VHIR al impulso de la investigación y la innovación en el entorno del Campus Vall d’Hebron?

En instituto de Investigación de la Vall d’Hebron es un centro de referencia en investigación e innovación a nivel internacional con sus más de 1300 investigadores y 63 grupos de investigación, líder en muchos campos y pionero en el ámbito de la medicina y la biotecnología así como en innovación y transferencia, desarrollando una producción científica de excelencia que queda reflejada en sus números: con la participación en más de 600 de proyectos competitivos activos al año, más de 1500 publicaciones anuales, más de 1100 ensayos clínicos activos, sus 174 patentes activas, más de 54 licencias transferidas, más de 50 proyectos de innovación al año y participación en la creación y consolidación de 23 empresas con una creación de más de 80 puestos de trabajo, hacen del VHIR una auténtica factoría de conocimiento y de producción científica, de productos y soluciones salud.

¿Cuáles son, a su juicio, los principales obstáculos a los que se enfrenta una institución como el VHIR para promover la transferencia de tecnología entre sus investigadores?

A pesar de contar en el VHIR con una estructura consolidada, existen obstáculos significativos que limitan el impacto de la transferencia de conocimiento y que son necesarios acometer. Entre ellos destacaría, la falta de incentivos claros y tangibles para que los investigadores prioricen la innovación en sus actividades, la escasez de recursos destinados a escalar prototipos desde las fases más preliminares en el laboratorio hasta fases clínicas más avanzadas; o la falta de cultura emprendedora, lo que dificulta la creación de empresas o nuevas iniciativas empresariales. A todo esto, se le podría sumar las estrictas regulaciones propias del sector biotecnológico, que prolongan los plazos y aumentan la complejidad para lograr una transferencia exitosa.

¿Considera que la posición del VHIR favorable a entrar en el capital social de spin-offs supone un incentivo real para fomentar la implicación de los investigadores en las Empresas de Base de Conocimiento (EBC)?

La participación de la institución en la estructura de las empresas derivadas de su actividad de investigación, desarrollo e innovación constituye un elemento esencial para garantizar la sostenibilidad e impacto de la innovación y transferencia de tecnología. Contar con una participación accionarial permite al centro alinear los intereses de todas las partes involucradas, asegurando que los resultados científicos contribuyan tanto al desarrollo empresarial como a la misión institucional de generación de conocimiento e impacto social. Así mismo, posibilita obtener un retorno económico de la inversión realizada en I+D+i, facilitando la reinversión de estos recursos en nuevas líneas de investigación. Esta relación también refuerza los vínculos estratégicos con las spin-offs, promoviendo la colaboración continua en el codesarrollo de tecnologías, la formación de talento y la generación de propiedad intelectual compartida. Por último, esta práctica incentiva la cultura emprendedora entre la comunidad investigadora y asegura su capacidad de influencia sobre decisiones estratégicas que puedan afectar la continuidad y el impacto de los desarrollos tecnológicos, principalmente en las fases iniciales de la constitución de la compañía.