Durante mucho tiempo, la investigación procedente de hospitales y universidades que podía transformarse en innovación en el entorno de la salud permanecía en muchos casos en el cajón y, en el mejor de los casos, se aplicaba en un entorno reducido de los mismos. En la última década (a partir del 2010), la aparición de ITEMAS (plataforma del  ISCIII – Instituto de Salud Carlos III ) de dinamización e innovación de las capacidades industriales del SNS (Servicio Nacional de Salud) y su transferencia efectiva al sector productivo, las OTRI (oficinas de transferencia tecnológica) de las Universidades o las UAI (Unidades de apoyo a la innovación) de los Hospitales, permiten crear una concienciación en los investigadores de que la colaboración público-privada es esencial para conseguir que esa innovación se traduzca en productos que lleguen al mercado y permitan mejorar la calidad de vida de las personas. Para que los proyectos avancen y puedan llegar al mercado de todos es sabido que la financiación pública no es suficiente y que, aunque juega un papel fundamental en los primeros estadios y contribuye a la maduración del proyecto, la financiación privada es la que permite avanzar en etapas altamente costosas como son las validaciones clínicas. Esta financiación se puede conseguir a través de diferentes y diversas colaboraciones público-privadas que pasan desde acuerdos de colaboración con empresas del sector (Farmas, Empresas de Medical Devices, etc.), acuerdos de co-desarrollo, acuerdos de transferencia tecnológica o la creación de spin-offs donde la financiación privada se traduce en la entrada de inversores que entran a formar parte del accionariado de la empresa.

La creación de las spin-offs o start-ups ha pasado de ser un hecho aislado en el entorno público a convertirse en un vehículo cada vez más habitual para poder llevar la innovación de estos entornos al mercado. A esto también han contribuido las leyes que han surgido para regular la creación de las start-ups, y que aportan ciertas facilidades y beneficios fiscales para atraer a los emprendedores, así como a los potenciales inversores. No obstante, y pese a su regulación, queda mucho camino para avanzar porque el marco legal actual es mejorable y porque la creación de una start-up o spin-off es un laberinto administrativo, fiscal y legal que produce una sensación de vértigo para un investigador que en muchas ocasiones sabe poco o nada de emprendimiento en salud.

La elaboración de un plan de negocio que permita valorar la viabilidad del proyecto es el primer paso, pero después le siguen pasos como el acuerdo de licencia con la Universidad, el pacto de socios, el cierre de la primera ronda semilla, etc. que suponen una auténtica carrera de obstáculos. La existencia de empresas de consultoría como GENESIS Biomed allanan este camino acompañando al equipo del proyecto en este arduo trabajo. Desde GENESIS Biomed hemos ayudado a la constitución de numerosas start-up y spin-off y nos complace haber contribuido a que el conocimiento tan valioso que tenemos en Universidades y Hospitales se materialice en empresas que puedan facilitar que la innovación se traduzca en una mejora en la salud de las personas. Además, para el equipo investigador es un reto, pero también una compensación cuando el fruto de su innovación se traduce en un tangible que mejora la vida de los pacientes.

Como ya hemos comentado GENESIS Biomed ha colaborado en la creación de muchas start-up y spin-off y en este comienzo de año 2022 queremos hacer mención a todas estas que gracias a investigadores/emprendedores valientes han visto la luz durante el 2021 y comienzos de 2022. Entre ellas podemos mencionar:

• Endolipid Therapeutics. Surge de un proyecto de investigación del grupo de investigación en Diabetes y Metabolismo del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), liderado por el Dr. David Martínez Selva, investigador principal, y el Dr. Rafael Simó, jefe del grupo y del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Vall d’Hebron, donde desarrollan moléculas miméticas del SHBG (Sex Hormone-Binding Globulin) para la eliminación de la grasa ectópica y para el tratamiento de NASH. El efecto lipolítico y antiinflamatorio también abre un enorme potencial en el campo de la cosmética y concretamente para el tratamiento de la celulitis, la cual comienza con una acumulación de grasa bajo la piel
• BetaScreen: Se trata de una compañía tecnológica que está desarrollando algoritmos de aprendizaje automático para predecir el Alzheimer a partir de resonancias magnéticas y TAC cerebrales. Este producto será utilizado comoRUO (research use only) para complementar la información procedente de IVD (in-vitro diagnostic) con biomarcadores moleculares. La spin-off fundada por el Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC), centro de investigación de la Fundación Pasqual Maragall, procede de un proyecto liderado por el Dr. Juan Domingo Gispert y el Dr. José Luis Molinuevo.
• THYTECH: Este proyecto surge de los investigadores del Laboratorio de Inmuno-regulación (LIR) del IiSGM, liderados por el Dr. Rafael Correa Rocha donde se ha desarrollado una nueva terapia celular alogénica basada en el aislamiento de célula Treg del tejido tímico, descartado en cirugías cardíacas pediátricas, para el tratamiento de enfermedades autoinmunes. En concreto se están empleando para prevenir el rechazo del injerto en niños trasplantados de corazón con buenos resultados.
• Anais Medical: Es una spin-off del Hospital Universitario Parc Taulí impulsada por el nefrólogo Dr. José Ibeas, que desarrollo modelos físicos y virtuales para la formación y el entrenamiento de personal médico.